En concordancia con el Día Mundial de la Salud, 7 de abril, celebramos una semana saludable.
Viernes: bocadillo, recordamos la importancia de una de las principales comidas del día, el desayuno.
Necesitamos por la mañana un aporte de vitaminas, minerales, hierro,
calcio, y zinc entre otros. Para ello nada mejor que combinar lácteos, pan,
cereales y frutas que corresponderían a un 30% de los nutrientes que necesita
nuestro organismo a diario para que podamos tener un buen rendimiento físico y
psíquico a lo largo del día.
Un buen desayuno nos hace pensar más rápido, prestar una mejor atención
de modo que cuando llegas a clase sin desayunar tendrás dificultades de
concentración, cansancio y nerviosismo. Además el cerebro se alimenta de
glucosa y el desayuno debe aportar 140 gramos y si no lo obtiene tendrá que
tomarlo de las grasas.
No tenemos conciencia de la importancia real del desayuno.
Los elementos que debe
contener el desayuno son:
Lácteos en general:
(leche, yogur, queso, que combinados con los cereales aportan proteínas de alto
valor biológico, más calcio, hierro y zinc.
Cereales en copos,
galletas o pan: Son un buen vehículo energético y aportan hidratos de carbono a
la dieta y por ende ayudan a la presencia de glucosa.
Frutas y jugos: Para
aportar las vitaminas hidrosolubles necesarias para el organismo (estas no se
acumulan en el organismo) y deben ser incorporadas diariamente. Estas, también
ayudarán al buen funcionamiento de intestino y órganos digestivos.
En un desayuno adecuado se deben
combinar ingredientes como:
· Una taza de leche con azúcar,
· Cereales, rodajas de pan o galletas
untadas en queso y/o mermelada.
· Frutas que aporten vitamina C
(cítricos, kiwis etc.)
Lunes: Fruta
Martes:Ruta
Una semana perfecta y saludable, llena de experiencias positivas.